dissabte, 25 de gener del 2014
LOS REYES MAGOS DE ORIENTE
Llegan los Reyes Magos del Oriente lejano, siguiendo la Estrella que se posa donde hay un niño recién nacido, cubriéndolo con su luz y la vida que de ella se desprende, buscando al Rey de los Judíos, y que hace dos mil años nació el Hijo de Dios en un establo pobre, en Belén, hijo de José y María y cada año se celebra este acontecimiento cristiano. Los Reyes Magos de Oriente ofrecieron a Jesús oro, incienso y mirra como presentes y este año en las "Terres de l'Ebre", y en las de todo el mundo, esperamos, deseamos que nos traigan dichas riquezas y más para paliar el hambre, tan generalizado con la riquezas tan mal repartidas.
Que nadie se quede sin casa por unas leyes injustas y sin sentido, que los jóvenes con muchos años de preparación y esfuerzos no tengan que salir fuera de su país para encontrar trabajo y ganarse la vida, llevar medios de subsistencia a los países subdesarrollados, para que no arriesguen la vida por nuestros mares de ensueño, perdidos en míseros cayucos. Que haya más humanidad, más humanismo y más Cultura.
Llegan los Reyes Magos del oriente lejano, tan lejano, que se pierden como mis recuerdos de infancia, tan difusos y tan recuperados en estos días, antesala de la magia, en los que vuelven las ilusiones de golpe, para llenar el pensamiento de luces de colores y de paisajes de balcones llenos de juguetes.
Los corazones palpitando, con la ternura temprana e inocente que evocan los recuerdos.
Llegan los Reyes Magos, en tren de madera con su máquina negra y su chimenea emanando esperanzas, por la vía de la vida, por el mar surcando olas de eternidad.
Mis pequeñas manos abiertas, esperando regalos y mis labios sonriendo, la vida es la luz de una sonrisa con lados oscuros, donde suenan melodías de cantos de poetas.
Ojos encendidos que brillan más y manos que esperan y poemas en un rincón, también esperan.
Los Reyes magos de Oriente llegan como la luz en las noches oscuras de ahora y las luminosas del ayer. Los Reyes Magos llegan por el río, repartiendo agua para mitigar la sed de justicia para el alma y el cuerpo, llenando, colmando de ilusión y de inocencia a los niños y todos los que sienten latir en el corazón el niño aquel que todavía no se fue.
Gloria FANDOS
dimecres, 22 de gener del 2014
"Clara de Campoamor, una dona de la Història", a Poesia per la pau
dijous, 9 de gener del 2014
PROGRAMA 171 DE POESIA PER LA PAU A RÀDIO RÀPITA
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Amb Fèlix Rodríguez |
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Amb Roger Martí, tècnic control de so de Ràdio Ràpita |
dissabte, 4 de gener del 2014
CARTA ALS REIS MAGS D’ORIENt
Estimats Reis Mags, un any més, us demano que porteu com a regal als habitants de
Glòria Fandos
TODO POR NUESTROS ANCIANOS
Un anciano, una anciana no deberían morir solos, deberían tener compañía y atenciones en el último tramo de su vida, el más importante, el más decisivo, indefensos ante la fragilidad del tiempo –que sí pasa–, dejando la huella de la soledad, una triste soledad, abandonados por una sociedad injusta que les hace pagar un precio injusto, un castigo a todos los años de su vida que la han dedicado a construir la sociedad, con grandes sacrificios, esfuerzos, que lo han hecho a gusto, por sus seres queridos, y que ahora, sinceramente, la cruda realidad, dolorosa, los dejan tirados... palabra muy dura pero sincera. Para paliar todo este entramado, entuerto, que parece que nadie se da cuenta, sumidos en el más absoluto egoísmo, en sus propios espejismos, en un desierto vacío, donde no van a encontrar nada, Mosén Pere Grau, con su Aldea de Les Planes (Barcelona) lleva a cabo una labor encomiable, maravillosa en pro de sus ancianos que se lo merecen todo. Y la sociedad calla, está muda para oír sus gritos silenciosos, conformados... Une a toda la gente que ama la poesía, y eso significa humanidad, entrega a unos valores, que la mayoría se pasa por el forro. Esa es la satisfacción que tiene pertenecer a una minoría y no seguir el rol mayoritario de los comportamientos de la sociedad, que somos todos, desde lo individual, colectivo, a lo general. Los ancianos de ahora han sido los trabajadores incansables, cumplidores, ni la lluvia, ni el viento, ni la nieve, ni el extremo frío, ni el extremo calor, ni siquiera estando enfermos, si no era de gravedad extrema, dejaban de ir a trabajar, cotizar para que las generaciones venideras tuvieran, gozarán de una jubilación, mísera, todo hay que decirlo, pero jubilación al fin y al cabo, un derecho de toda persona, trabajadora, que se merece como ser humano, para tener una vida mínimamente digna. Muy atrás quedaron la época de los esclavos, o siglos atrás, que la sociedad estaba dividida por estamentos, los que rezaban, los que guerreaban y los que trabajaban, como material humano desechable. Gracias a la lucha de muchas generaciones y muchos siglos hemos podido tener unos derechos, que como humanos nos pertenecen y nos merecemos. Ante el presente tan descorazonador que tenemos, se nos va la Seguridad Social, derecho que ha costado muchísimo esfuerzo conseguir, la atención de servicios sociales, derecho más contemporáneo, solo veinte años atrás, este servicio era nulo, y sobre todo el temor a perder las pensiones, que gracias a ellas se mantienen muchas familias en este presente tan desastroso que estamos viviendo y la desconfianza, está a flor de piel, campa a sus anchas, y no son desconfianzas, son realidades que nos amargan día a día, con las noticias de los ladrones de guante blanco, los estafadores, salen por doquier y aquí tenemos el buen hacer de Mosén Pere Grau de Les Planes, una flor entre tanto cardo, una excepción, una esperanza entre tanta ruina humana y corazones vacíos, que con poesía acoge a unos ancianos, dignos, con todo el respeto que se merecen. Una gran labor digna de admiración. Gloria FANDOS |